Soy una perrita de unas tres semanas de edad abandonada en la puerta de una iglesia de Puente Alto. Busco un hogar. Soy traviesa, inteligente y muy simpática. Puedo llegar a ser una buena guardiana. Sólo entrégame tu cariño y yo te entregaré el mío.
Si te intereso, contacta a las personas que me albergan.